Francia
regaló a Estados Unidos la Estatua de la Libertad, símbolo de la libertad para
los oprimidos. Se encuentra en la ciudad de Nueva York en Estados Unidos.
Este
monumento es un regalo hecho el cuatro de julio de 1884, por el pueblo francés
al de Norteamérica, en conmemoración a la alianza hecha por las dos naciones
durante la Revolución Norteamericana.
Fue
el historiador francés, Edoard de Laboulaye, quien propuso desde 1865 que su país
hiciera un regalo conmemorativo a los Estados Unidos de Norteamérica, en ocasión
del primer centenario de la firma de la Declaración de Independencia.
Aunque
los aliados franceses de ese tiempo protestaron por la iniciativa, el escultor
Frederic-Auguste Bartholdi viajó a tierras norteamericanas para entrevistarse
con las autoridades. Un monumento como el que se proyectaba, tenía un costo
demasiado elevado, por lo que se integró una Unión Franco-Americana para
reunir fondos.
El costo total de la estatua, que fue de un millón de francos
fue cubierto en su totalidad por el pueblo francés. Mientras tanto, los
norteamericanos aportaron los 250 mil dólares necesarios para el pedestal.
La idea de que la república
francesa hiciera un regalo a los ciudadanos estadounidenses se le ocurrió al
escultor Frédéric Auguste Bartholdi una noche de verano de 1865, mientras cenaba
en casa de un historiador francés.Seis años más tarde, durante un viaje a Nueva
York, Bartholdi, que a la sazón contaba 37 años, descubrió el perfecto
emplazamiento para la estatua: la isla de Bedloe, en la parte alta de la bahía
de Nueva York, un lugar visible para todos los barcos que acudieran al puerto.La
elección del rostro de la estatua dio muchos quebraderos de cabeza a Bartholdi,
que finalmente se decidió por darle las adustas facciones de su madre, una
fanática protestante que había vuelto loco a su hijo, literalmente hablando, al
prohibirle casarse con la mujer a la que quería: una judía.Otro problema era
encontrar los materiales adecuados para construir una estatua que resistiera la
intemperie y, a la vez, fuera ligera para transportarla por el mar, y se inspiró
en el Coloso de Rodas, que era hueco, revestido en bronce, él uso laminas finas
de cobre.
En su
mano derecha, en posición elevada, la divinidad representada en la estatua
porta una antorcha iluminada; en su mano izquierda, lleva la tablilla de la ley
que lleva inscrita con números romanos la fecha del 4 de julio de 1776. Además,
una cadena rota se encuentra a sus pies. La Estatua de la Libertad fue
constituida en monumento nacional en 1924 y su mantenimiento está bajo la
responsabilidad del National Park Service.
La
figura está hecha de un armazón de cobre de 2.4 milímetros de espesor, y su
soporte es una plancha de hierro diseñada por
Alexandre-Gustave Eiffel, creador
de la Torre Eiffel de París. El proceso de su elaboración requirió a
Bartholdi construir un modelo de tres metros, el cual fue aumentado hasta hacer
una figura de 11 metros de alto dividida en secciones.
Cada sección fue
posteriormente aumentada también y al final todas ellas fueron colocadas en su
sitio en la estructura central. La Estatua de la Libertad mide alrededor de 46
metros de altura y pesa 225 toneladas.
La estatua había de alzarse sobre
un pedestal tan alto como ella, con lo que llegaría a elevarse unos 93 m sobre
el nivel del suelo. Pero no se había logrado reunir más que la mitad del dinero
necesario para construir el pedestal.
El editor Joseph Pulitzer lanzó una
campaña animando a que se hicieran donativos para esta causa y publicaba en su
popular periódico, el New York World, los nombres de cuantos iban contribuyendo
a la obra, con mucho o poco dinero. Finalmente, 121.000 personas aportaron más
de 100.000 dólares. La Estatua de la Libertad llevaba 15 meses embalada cuando
se concluyó su pedestal. Las piezas se desembalaron y se fueron montando sobre
la estructura de Eiffel, de abajo arriba, sin andamiaje externo.
El 28 de
octubre de 1886, la Libertad por fin elevó su antorcha sobre su nuevo hogar.
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